INICIANDO UN CAMINO...

Durante el año 2002, iniciamos un camino tendiente a la instalación en la agenda educativa del tema de la INCLUSIÓN. Lo hicimos con el propósito que los diferentes sectores de la sociedad nacional, comenzara a tomar conciencia, reflexionar y promover nuevos emergentes hacia una realidad que, día a día, se hacía y se hace más compleja y diversificada.
Este esfuerzo tuvo sus frutos a través de diversas acciones; realización de Ciclos Académicos sobre el tema, integración de redes internacionales, promoción de eventos nacionales e internacionales y toda aquella situación que amerita su difusión a fin de acrecentar el conocimiento sobre el tema.
En el año 2003 desarrollamos el Primer Foro sobre Inclusión Educativa y Social, en el Uruguay. El mismo contó con el auspicio de diversas instituciones y la presencia de destacados especialistas, entre ellos el Dr. Mel Ainscow de la Universidad de Manchester.
Ese mismo año y durante el 2004, instalamos la RED DE INCLUSIÓN EDUCATIVA Y SOCIAL, dando paso al nacimiento de una organización que fue creciendo en perspectiva teórica y académica, para el logro de resultados más eficientes y eficaces.
Un lapso de tiempo nos hemos dado, en 2005, para reorganizar nuestra estructura, ya fuera de los ámbitos institucionales formales y públicos.
Este año 2006, decidimos impulsar nuevamente la propuesta, convocar a continuar la senda de la construcción compartida e invitar a redoblar los esfuerzos para que esta RED se constituya en un referentes más a nivel nacional e internacional para la construcción de un mundo en el que todos participemos por igual.
Ese es nuestro lema, nuestro deseo y nuestra aspiración. Esperamos que ustedes, personas o instituciones, sepan sumarse fuertemente a los objetivos planteados y seamos cada vez más.

FORMACIÓN DE ESPECIALISTAS PARA LA EDUCACION INCLUSIVA


En la actualidad, existe la certeza de que todos los alumnos pueden aprender siempre que se les proporcionen las condiciones adecuadas. Esto implica dejar atrás la imagen de las clases frontales centradas en la figura del docente, y descontextualizadas de la realidad y las necesidades de los alumnos, para dar paso a un nuevo proceso a través del cual los educandos tienen la posibilidad de compartir y disfrutar en un clima de significación y facilitación situaciones de aprendizaje relacionadas con sus propias experiencias. Esto implica formación en contextos donde se valoran, toman en cuenta y respetan sus diferencias individuales y en el cual existe cotidianamente la oportunidad de beneficiarse junto con los demás a través de los trabajos cooperativos y de la formación de grupos heterogéneos. Esta imagen de aula o institución educativa exige necesariamente su re-presentación. Esto es, reconstruir las imágenes que sobre el aula o la institución todos tenemos instaladas a través de las representaciones tradicionales. La nueva presentación de lo institucional o lo áulico requiere colocarnos dentro de un nuevo enfoque, elaborado con una visión mas amplia y sistémica, donde todos los actores institucionales son figuras relevantes y no existen fondos. La literatura pedagógica de las últimas décadas ha puesto énfasis en el lema de la Educación Inclusiva, y es desde este paradigma que deberíamos comenzar la construcción de la nueva representación. Aunque no parece existir una definición totalmente compartida entre los profesionales sobre lo que debe entenderse por educación inclusiva o escuela inclusiva, puede afirmarse que el concepto tiene que ver fundamentalmente con el hecho de que todos los alumnos sean aceptados, reconocidos en su singularidad, valorados y con posibilidades de participar en la escuela con arreglo a sus capacidades y condiciones particulares. Una escuela inclusiva es aquella, que ofrece a todos sus alumnos las oportunidades educativas y las ayudas (curriculares, personales, materiales) necesarias para su progreso académico y personal.


INCLUSIÓN EDUCATIVA II: DDA


LAS DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE:
UN CAMPO DE ANÁLISIS A CONSTRUIR.
Eduardo García Teske

Uruguay se encuentra en una coyuntura muy particular en los que respecta al sector Educación. Los esfuerzos desarrollados en las últimas décadas no han demostrado los resultados esperados en referencia a logros o resultados que señalen un mejoramiento educativo acorde con las objetivos y metas propuestas. El análisis de los índices de repetición y deserción tanto en primaria como en media (especialmente en el CBU) demuestran una resistencia sostenida a permanecer en los guarismos de siempre. Este problema atenta contra la consistencia del sistema en su conjunto y es condición de la asincronía establecida en el mismo. No hay soluciones mágicas, solemos escuchar en referencia a los cambios esperados, pero las alternativas no pasan sólo por la cantidad de horas de clase que poseen los alumnos, por los contenidos de los currículos nacionales, por los proyectos institucionales y/o por las características de la oferta.